Como parte del compromiso de Calor y Control con la educación y el desarrollo profesional, la empresa participó en un nuevo reto denominado “Oportunidades Estratégicas para el Cambio” junto al Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM). Esta iniciativa forma parte del Modelo Educativo Tec21, cuyo objetivo es mejorar la competitividad de los estudiantes en su campo profesional, potenciando sus habilidades y desarrollando las competencias necesarias para enfrentar los desafíos del siglo XXI.
Durante cinco semanas, 35 estudiantes del Tec de Monterrey trabajaron de la mano con Calor y Control en la evaluación, análisis e identificación de oportunidades estratégicas con una visión de sostenibilidad. Este proyecto permitió a los alumnos aplicar sus conocimientos en un entorno real, enfrentándose a desafíos industriales y proponiendo soluciones innovadoras que podrían implementarse en la empresa.
Orgullosos de colaborar con Tec de Monterrey y sus estudiantes.
Calor y Control está honrado de haber sido elegido como socio formador para este reto. La colaboración no solo proporcionó valiosas experiencias prácticas para los estudiantes, sino que también permitió a la empresa obtener perspectivas frescas y creativas sobre sus procesos y estrategias.
La empresa agradece las contribuciones significativas de los estudiantes, quienes demostraron un alto nivel de compromiso y profesionalismo. Sus análisis y propuestas no solo apuntan a mejorar la eficiencia operativa, sino que también destacan la importancia de la sostenibilidad en el sector industrial.
Este tipo de colaboración refleja el compromiso de Calor y Control con la educación y el desarrollo sostenible. Al trabajar con instituciones educativas de renombre como el Tec de Monterrey, la empresa no solo apoya la formación de futuros líderes, sino que también se posiciona a la vanguardia en la adopción de prácticas innovadoras y sostenibles.
En conclusión, la participación de Calor y Control en el reto “Oportunidades Estratégicas para el Cambio” subraya la importancia de la colaboración entre la industria y la academia. Este tipo de iniciativas no solo benefician a los estudiantes al proporcionarles experiencias valiosas, sino que también ayudan a las empresas a mejorar sus procesos y a adoptar nuevas perspectivas hacia un futuro más sostenible.
